Como miembro de un equipo ¿debo dejar “mi ego” fuera del equipo durante las reuniones o debo ser yo misma/o?
Borrar el individualismo de un plumazo en los equipos no es conveniente. Es evidente que, si tenemos que asumir responsabilidades, éstas tienen que ser tanto personales como miembros del equipo al que pertenecemos.
Pero si ponemos en una balanza nuestro “ego” en un platillo y al “equipo” en el otro, la balanza tiene que mantenerse equilibrada.
Por eso, cuando sintamos la necesidad de “sobresalir” o de “salirnos con la nuestra” o de “imponer nuestras decisiones”, lo primero que tendremos que preguntarnos, sinceramente, es si realmente ésa es la mejor opción para alcanzar el objetivo que, como equipo, nos hemos marcado.
Nuestras opiniones, comentarios y decisiones deben estar dirigidas ¡siempre! a conseguir el objetivo del equipo y a veces lo perdemos de vista.
Victoria Camps habla de la “autonomía ética” y lo diferencia del individualismo egocéntrico. La autonomía ética favorece, en los equipos, una mayor aportación de opiniones, una mayor asertividad y un deseo de dar lo mejor de uno/a mismo/a en el equipo. Eso sí, dirigido a conseguir el objetivo del equipo.
Hasta aquí el primer punto del DECÁLOGO para trabajar en equipo. En mi próximo blog os hablaré del segundo punto, pero antes me gustaría escuchar vuestras opiniones sobre este primer punto. El conocimiento que se comparte, crece.
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