Hoy he leído un artículo de Juan Toro titulado “No es idílico el mundo empresarial español después de la crisis”y veo, con disgusto, que el protagonista ficticio, denominado Mateo, se queja de que en su empresa el ambiente está enrarecido, las condiciones económicas son bajas y el departamento de recursos humanos, ese desconocido, se debiera de llamar departamento de personal, aunque le mantienen el sueldo de los años de bonanza.
Comenta que su empresa está pasando por un momento difícil, lo que dificulta la compra de recursos para desempeñar mejor su trabajo y que cada mes ve cómo alguno de sus compañeros abandona la empresa.
Mateo ya no se levanta todos los días con la misma ilusión de ir atrabajar que cuando se incorporó. Solo encuentra motivación en la asistencia que facilita a su cartera de clientes, los cuales le valoran positivamente.
Mateo está pensando en marcharse ya que todas sus expectativas no se han cumplido. Y lo peor de todo es que nadie con responsabilidad, hace nada por solucionarlo.
La lectura de este artículo me ha dado qué pensar.
Aunque siento disgusto al leer esto, no es tanto por lo mal que lo está pasando Mateo como por la percepción de “victimismo” que vierte el artículo.
Percibo falta de decisión por parte del protagonista porque ¿qué está haciendo éste para solucionar esa situación tan “desagradable? ¿Echa currículos/ porfolios a diestro y siniestro? ¿Se está formando para poder aspirar a algo mejor? ¿Sabe disfrutar de la parte positiva de su trabajo (los clientes le valoran bien)? ¿Hace “piña” con sus compañeros de trabajo o se aísla? ¿Sabe sobreponerse y salir reforzado de las situaciones desagradables?
Yo a Mateo le diría que no podemos evitar que nos pasen cosas malas pero si podemos decidir cómo afrontarlas, si optamos por ser víctimas (y quejarnos) o por tomar decisiones y actuar.
A todos los “Mateos” les diría: No desfallezcáis, pensad en vuestras fortalezas, aprovechadlas, desarrollad nuevas y daos a conocer, en vuestra empresa y a otras empresas. Y pensad que cada generación vive “su momento” y aprende a moverse en el mercado laboral en función de las competencias desarrolladas a través de su experiencia, con sus fortalezas y debilidades laborales que se supone es “Cuestión de generaciones” denominadas Veteranos, Babyboomers, Generación X, Generación Y (millenials) y Generación Z (tomado de la revista GATZA Nº 159, de la Agrupación de Sociedades Laborales de Euskadi- ASLE).
Mateos ¿A qué generación pertenecéis vosotros?
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