Hoy he leído un artículo de Juan Toro titulado “No es idílico el mundo empresarial español después de la crisis”y veo, con disgusto, que el protagonista ficticio, denominado Mateo, se queja de que en su empresa el ambiente está enrarecido, las condiciones económicas son bajas y el departamento de recursos humanos, ese desconocido, se debiera de llamar departamento de personal, aunque le mantienen el sueldo de los años de bonanza.
Comenta que su empresa está pasando por un momento difícil, lo que dificulta la compra de recursos para desempeñar mejor su trabajo y que cada mes ve cómo alguno de sus compañeros abandona la empresa.
Mateo ya no se levanta todos los días con la misma ilusi...